ESTRENO DE “INÉS DE HERRERA. LA NIÑA PROFETA ”
En la calurosa noche del día 6 de
agosto de 2016, sábado, tuvo lugar en la plaza de toros de Herrera del Duque un
acontecimiento de verdad excepcional: el estreno de la pieza teatral “Inés de
Herrera. La niña profeta”, adaptación de mi novela homónima, patrocinada por el
Ayuntamiento de la localidad, la
Junta de Extremadura y Diputación de Badajoz, y dirigida
magistralmente por Esteban García Ballesteros, de Las Cuatro Esquinas (Mérida).
La música, compuesta para la ocasión, fue interpretada en directo por el grupo
Acetre, y devolvieron voz y alma a los personajes que en su momento
protagonizaron los hechos los propios vecinos de Herrera, que a pesar de su
carácter amateur demostraron un saber hacer, una entrega, una fuerza y una credibilidad propia de auténticos
profesionales; un total de casi cien personas, entre los que no sería justo
destacar a nadie, pero que pusieron el listón muy alto para futuras ediciones.
Asistieron a la representación, programada con carácter único y presidida por la Secretaria General
de Cultura de la Junta
de Extremadura y el Alcalde de la localidad, dos mil personas, que siguieron
reverencialmente y en absoluto silencio la evolución de los personajes,
convirtiendo el evento en un éxito rotundo y sin precedentes en el que destacó
la fusión entre las diferentes artes, la comunión entre público, músicos y
actores, y la magia creada en un espacio tan singular como una plaza de toros,
cuyas posibilidades escénicas supieron, no obstante, aprovecharse al máximo. Gracias
de corazón a todos y cada uno de quienes lo han hecho posible.
El proyecto surgió hace más o menos
cinco años, cuando yo mismo planteé al ya alcalde por entonces, Saturnino Alcázar
Vaquerizo, y a otros miembros de su equipo la posibilidad de escribir la
historia de la conocida en el pueblo como “La
Moza Judía ”. Mi idea era darle forma de
novela, pero con el compromiso implícito de derivar de ella una adaptación
teatral. La buena acogida por parte del equipo municipal me animó a ponerme
manos a la obra, y un lustro después todos hemos cumplido nuestra palabra,
ofreciendo al pueblo de Herrera un espectáculo inédito en el sentido más amplio
de la palabra, que emocionó a propios y extraños. Contamos para ello con la
ayuda realmente inestimable de Esteban García Ballesteros y su equipo técnico
(gracias Paco; gracias, Jaime), de un grupo de casi cien personas entre actores
y figurantes, verdaderos artífices de una puesta en escena que les costó muchas
noches sin dormir, y de dos equipos de costureras voluntarias que se encargaron
de diseñar y coser el vestuario. Todo, pues, hecho en Herrera, sin el menor afán
crematístico por parte de nadie, convencidos de que sólo actuando de manera
conjunta son posibles los grandes logros.
Con la puesta en marcha de tan
singular proyecto, Ayuntamiento y pueblo de Herrera del Duque se han sumado a
las iniciativas de otras poblaciones cercanas, entre las cuales Fuente Obejuna,
con la obra homónima de Lope de Vega, y Zalamea de la Serena , con El Alcalde
de Zalamea, de Calderón de la
Barca , son sin duda las más conocidas, ilustres y seguidas
por el público desde hace ya varias décadas. Podría parecer, pues, de entrada
que Herrera y su gente se limitan con ello a subirse al carro de una moda
cultural más, que destaca sobre cualquier otro aspecto por lo que tiene de
emprendimiento colectivo. Sin embargo, en el caso de Herrera las cosas van un
poco más allá. Este es un pueblo que, a pesar de su largo y rico bagaje
histórico desde al menos la época romana, lleva mucho tiempo viviendo de espaldas
a su pasado y su legado patrimonial, lo que explica en parte sus grandes pérdidas
urbanísticas y arquitectónicas tras el boom del desarrollismo de los
años 70/80 del siglo pasado, que lo desvirtuó absolutamente hasta desfigurar su
verdadera esencia.
Herrera conoce por otra parte desde hace más de
una década una auténtica ebullición cultural que lo ha convertido en referente
importante para otros pueblos de la comarca y lo hace destacar como modelo de
implicación y cultura ciudadana. Así las cosas, con la puesta en marcha de
“Inés de Herrera. La niña profeta” el Ayuntamiento local, las instituciones
provinciales y regionales que apoyan el proyecto, y en particular y muy
especialmente los vecinos de la localidad pretenden dar un salto cualitativo
importantísimo, y convertir la puesta en escena cada año de la obra en un
pretexto para volver los ojos a su historia, recuperar su centro urbano,
indagar en sus raíces judías y potenciar aún más su capacidad para asumir
proyectos de carácter colectivo. Todo ello eclosionará sin duda en los próximos
años, convirtiendo a Herrera del Duque en una de las citas culturales obligadas
del verano extremeño, incluso español.
La noche del 6 de agosto de 2016 el
pueblo de Herrera vivió una noche excepcional en su plaza de toros que lo reconcilió
consigo mismo; le hizo entender que sus capacidades, si trabaja unido, son poco
menos que infinitas; experimentó una conmoción colectiva que lo ha tenido
durante varias semanas prendido de la fascinación y el encanto de haber mirado
al pasado con la ayuda de un texto, un montaje, unos actores y unos músicos de gran
calidad; entendió que cuando todo un pueblo trabaja unido, poniendo corazón y
sin regatear esfuerzos, es posible llegar a un estado de gracia; porque lo que
ocurrió allí fue algo tan especial que marcará un antes y un después en la vida
cotidiana de la localidad. Por eso, ahora toca ya ponerse a trabajar para
intentar superarlo el año que viene…
Las
fotos que ilustran este texto son obra de La Manzana Roja Producciones, que
me las ha cedido de manera directa o a través del Ayuntamiento de Herrera. La de grupo, en cambio, es obra de M. F. Moreno. Gracias
a todos ellos por permitirme dejar constancia gráfica de un acontecimiento que
perdurará en los sentidos de todos los que tuvimos la suerte de vivirlo por
mucho, mucho tiempo.
No hay comentarios :
Publicar un comentario
AVISO IMPORTANTE: Por falta de tiempo y estructura, el autor no podrá responder de forma cotidiana a las cuestiones que se le planteen. Rogamos disculpas por ello.